latin hetalia
República Argentina
“Dime de lo que alardeas y te diré de lo que careces”.Martín tiene dos fases, dos giros, dos caras, que van y vienen con los años. No está seguro de lo que quiere, ni quién es. Su verdadero desafío en la vida es hallarse a sí mismo y definir su personalidad. En el transcurso del tiempo, los ciclos de sus reacciones son estacionales, y muchas veces contradictorios.Imagen: Mozg
lh: argentina
Datos personales
Nombre y apellido: Martín Hernández
Cumpleaños: 9 de julio de 1816
Edad: Aparenta 21 años
Sexo: Masculino
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Características físicas
Altura: 1,78m
Tez: Piel clara
Ojos: Verdes
Cabello: Rubio oscuroCaracterísticas especiales: Su rulo fue heredado de Italia; es una zona erógena y se llama “Misiones”.
Junto a sus dos primos, Daniel (Paraguay) y Sebastián (Uruguay), pertenece a la “Mafia del Mate” debido a la popularidad de la infusión en sus territorios.Información Técnica
Fecha de creación: 22 de Abril de 2009
Diseño inicial por: Rowein
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Paleta de Colores
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(patreon, stickers, prints, comisiones, etc)¡Sí! No aplica ninguna condición-
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En sus aptitudes
Es buen médico, y tiene una fuerte fuga de cerebros que tienen gran cabida en el mundo de las ciencias naturales; últimamente mucho en la genética. Posee muchos exponentes médicos importantes tales como Bernardo Alberto Houssay, Luis Federico Leloir, César Milstein, René Favaloro, entre otros.También se destaca por ser el país con el mayor número de psicólogos per cápita. Esto probablemente se deba a que Martín demuestra interés y le da mucha importancia a la terapia y el psicoanálisis, ya sea por una cuestión de moda o para lidiar con los altibajos que atraviesa su nación.Periodista e investigador, quiere saber qué está pasando en el mundo y sus alrededores, con la gente que estima y en los ámbitos que se mueve. Por eso está constantemente actualizado con “lo último” de todo el mundo.Es un excelente deportista. Se podría decir que es un “persigue endorfinas”, pues le gustan los deportes, el ejercicio y las actividades al aire libre. Es sabido que el porteño promedio atesta las plazas y todo lugar público con pasto para tomar sol o disfrutar el calorcito, producto de la gran cantidad de gente que vive en edificios. Tiene una gran pasión por el fútbol, pero también tiene interés en las áreas de la natación, las carreras automovilistas, el voleibol, el basquetbol, el tenis, el rugby y el hockey. También tiene afición por el ciclismo y el paracaidismo, y es un excelente bailarín, gracias a lo cual tiene buenas piernas. Esto es por el malambo, ballet y tango, danzas en las que las piernas tienen el rol estelar por sobre todas las cosas.En lo que a música respecta, Martín tiene una fuerte vena rockera y le encanta ir a conciertos y festivales. Argentina cuenta con una gran cultura de recitales, y su contribución a la música latinoamericano fue muy importante a través del llamado Rock Nacional, género precursor en hispanoamérica que cuenta con varias bandas y artistas cuyos "clásicos" hoy en día siguen vigentes. También es un aficionado del metal, cuarteto, la cumbia y el trap.Maneja horrorosamente mal y es uno de los países con más accidentes de tránsito por semana. Probablemente lo haya heredado de los hermanos Italia, quienes tienen fama de ser los peores conductores del mundo.
En sus actitudes
Tiene una fase de citadino europeo: hijo de su educación, le gustan las cosas importadas, la última moda y tendencia, la vida nocturna, el rock. Y, a su vez, tiene alma de gaucho: le gustan las peñas, el campo, la siesta, andar a caballo, arrear en el campo, las empanadas y el folklore; disfruta del aire libre, el asado, el mate y las serenas tardes bajo un sauce llorón o un ceibo, árboles típicos de su flora. Tiene una extraña capacidad de mezclar las dos cosas sin que parezcan contradictorias, dando una imagen dicotómica.Argentina se caracteriza por su pasión, principalmente por el fútbol y el deporte en general. Es competitivo y tozudo, buscando constantemente destacar. Se rumorea que cuando el aeropuerto de Chile andaba en sus mejoras, Argentina intentó mejorar Ezeiza con tal de “ganarle”. Sus logros y pasiones son las cosas que generan unión en su pueblo, a pesar de las diferencias. Es vanidoso y se guía por las tendencias; Buenos Aires es una de las capitales fashion del mundo, y debido a su gran ego le gusta presumir y verse atractivo. Sin embargo, si bien es egocéntrico y altanero con tendencia a descalificar a sus competidores por su complejo de superioridad, es muy solidario cuando el agua llega al cuello.Como buen hombre latino pasional, lleva sus sentimientos a flor de piel y no teme expresar desde alegría contagiosa hasta ira explosiva - no necesita insultos para insultar, puede usar cualquier palabra del diccionario a su favor a la hora de despotricar. Pero cuando se trata de la intimidad de sus sentimientos y pensamientos, Martín es orgulloso y lo que realmente importa no se lo sacas ni con un sacabocado.Es naturalmente conventillero, chismoso, vieja de barrio o como les guste llamarle. Le encanta contar las nimiedades propias y ajenas mientras toma mate con bizcochitos con la tele a todo volumen pasando algún programa de colorido contenido farandulero. Por lo general hace la vida típica de soltero trabajador que va a afterhours después de trabajar, pero no se embriaga ni vive una vida loca. Los fines de semana (viernes y sábado) tira la casa por la ventana en boliches y bares.Tiene una pésima dieta. El argentino promedio come más carne de la que debería y, en comparación, menor cantidad de verduras y frutas. Esto se debe mayormente al hecho de que Argentina se jacta de tener la mejor carne vacuna del mundo y hace propaganda de ello mediante un desmedido consumo de la misma. Hacer dieta para él es sinónimo de comer verduras y despedirse de todo lo rico, pero se mantiene en forma gracias a su faceta deportista y a la ingesta constante de mate. Sus principales influencias culinarias son italianas y españolas, pero también es destacable la comida árabe en el norte y está abierto a nuevas tendencias culinarias y a la cocina fusión. Su desayuno también se caracteriza por ser dulce, usualmente incluyendo un café o infusión con tostadas o medialunas.Es una persona que tiene fobia a la oscuridad a raíz de varios momentos históricos que le han causado una ansiedad nocturna. Si bien se jacta de ser un hombre de ciencia, es bastante supersticioso. Cree en la luz mala, el mandinga, el familiar y todos los monstruos del folklore popular argentino. También es fan del esoterismo, la metafísica y todas las cuestiones que involucren artes desconocidas - es fiel a sus cábalas y capaz de hacer cualquier cosa con tal de evitar la mala suerte, o como diría Martín “anular mufa”.Tiende a dejar las cosas para último momento, lo que lo lleva a depender de su ingenio y astucia para “zafar” (“atar con alambres” es una expresión popular que hace referencia a solucionar problemas de manera poco ortodoxa). Si bien los resultados inmediatos no se cuestionan, sus “soluciones” suelen traerle dolores de cabeza a futuro.Podría decirse que la plata se le quema en las manos, vive con los números rojos desde su infancia y sufre con el manejo de la economía por la mala administración de sus jefes, quienes gastan más de lo que pueden, causando épicos desastres económicos. Por ende, muchas veces tiene dificultad “llegando a fin de mes”, aun haciendo algunos sacrificios, por lo que termina endeudándose. Tampoco puede ahorrar mucho y prefiere vivir el momento ya que su dinero se desvaloriza rápidamente. Es por eso mismo que tiene un enamoramiento y dependencia del dólar como moneda de ahorro.
En sus relaciones
Nacional
Argentina es un país amplio y multicultural, producto de distintas corrientes migratorias cuyas costumbres, vocabulario y gastronomía se fueron asimilando a la cultura regional; desde europeas, nativas, y en menor medida otras como africana, árabe y judía.Martín de por sí debe de sufrir mucho de dolor de cabeza por las peleas constantes entre el Interior y Buenos Aires. Desde la época de los Unitarios y Federales el Interior reclama que Buenos Aires, sede del gobierno nacional, no representa sus intereses y no distribuye de forma equitativa el capital. Capital Federal, capital de la nación, nació del hecho que los porteños (aquellos oriundos de Buenos Aires) quisieron separarse del resto del país y concentrar todo su dinero allí.En relación a los pueblos originarios, tuvo dificultades para comenzar a reconectarse con sus raíces como resultado de cuestionables decisiones de anteriores jefes, quienes emprendieron campañas de limpieza étnica para olvidar sus raíces. No está orgulloso de ello, sin embargo en los últimos años se ha esforzado en un intento de reivindicarlos y en el proceso reivindicarse a sí mismo, si bien es algo que tiende a relegar en favor de otras urgencias.
Política
Martín siempre ha sido un trabajador rebelde y sus jefes han sufrido por ello. Reniega con decisiones políticas, ya que nunca está conforme y siempre intenta jugársela por lo que cree será lo mejor para su gente. Ya sea porque Argentina siempre nació para ser dos o por el hecho de que ya estuvo alguna vez tirado sobre la mesa, disputado por dos partidos diferentes y el sable a punto de partirlo a la mitad, a Martín la política le es amarga desde hace rato.
Internacional
Debido a su gran ego y complejo de superioridad, en ocasiones Martín tiende a ser algo altanero y desdeñoso con lo ajeno. Sin embargo, también lo caracteriza el recibimiento e interés por lo extranjero ya que, dada su histórica política migratoria, a lo largo de los años ha recibido múltiples nacionalidades y comunidades en su territorio.Con Paraguay tiene una relación de idas y vueltas. Buenos Aires se fundó definitivamente en 1580 gracias a las expediciones que salían desde Asunción y que consolidaron a Martín como colonia española bajo el cuidado de Daniel. Este rol pareció invertirse con la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, lo que cultivó en Martín aires de importancia que años más tarde, tras su independencia, llevarían a su deseo de anexar a Paraguay (por entonces ya una nación libre y soberana) a su territorio. Estos roces produjeron un distanciamiento entre ambos, no obstante el punto más bajo de su relación sería durante la Guerra de la Triple Alianza; casi borrar a su primo del mapa es un gran remordimiento que Martín lleva presente consigo hoy en día.
A pesar de las heridas del pasado, Martín y Daniel actualmente mantienen una buena relación y se consideran familia; es gracias a la ayuda de su primo que Martín mantiene vivas sus tradiciones.En el caso de Perú, oficialmente su relación es cordial y amena a pesar del accionar del gobierno argentino en el pasado durante la guerra peruana-ecuatoriana, acción que hoy en día Martín considera una traición vergonzosa contra quien es uno de sus más leales amigos. Si bien Martín suele dejarse llevar por su personalidad avasalladora y peca de subestimar un poco a Miguel, Argentina no olvida del apoyo incondicional peruano durante la Guerra de las Malvinas, motivo por el cual Martín le tiene un curioso y profundo cariño y respeto al Perú y su gente.Con Chile comparte la cultura vinícola, el amor por la literatura y de las fronteras más largas del mundo – y así y todo, ni eso facilita lo que de a turnos es una relación algo turbulenta. A pesar de haberse prestado apoyo durante las guerras de independencia, existen resentimientos que ninguno de los dos está del todo dispuesto a dejar en el pasado. Pese a estos reproches y tensiones, podría decirse que día a día comparten una relación amistosa, si bien las discusiones no faltan entre los dos.La cosa con Brasil fue de mal a mejor. En un inicio Martín consideraba la presencia de otro “peso pesado” en el continente como una amenaza latente, pero irónicamente una crisis económica los obligó a aliarse y apoyarse mutuamente (dando pie a la creación del Mercosur). Desde entonces, comparten una complicidad amistosa y sana competencia, en particular en lo que al fútbol respecta; son rivales declarados y sus enfrentamientos se conocen como el “Superclásico de las Américas”.Con Uruguay, Martín tiene una suerte de relación fraternal en la que considera a Sebastián una especie de hermano menor. Se criaron juntos y Martín luchó duro durante la Guerra del Uruguay para que su primo no se fuera de casa, sin mucho éxito muy a su pesar. Suelen referirse entre sí como “primos hermanos” debido a la cultura rioplatense que comparten, motivo por el que suelen confundirlos. A pesar de sus similitudes y complicidad, Martín no siempre valora o respeta a la individualidad de Uruguay, lo cual genera fricción entre ellos.Con Estados Unidos, Argentina ha tenido una relación ambivalente marcada más que nada por el molesto hábito de Alfred de entrometerse en cuestiones internacionales. No le tiene particular aprecio o estima, de hecho si le preguntan probablemente diga que lo odia con el alma - lo cual es algo irónico considerando que en ocasiones tienen una personalidad y forma de actuar similar, por mucho que Martín se ofusque y niegue la comparación rotundamente.Con los hermanos de México Martín mantiene una buena relación. Les tiene en gran estima, aunque los considera ‘enemigos’ en cuanto a telenovelas y fútbol se trata. Por la televisión argentina se ven muchos programas mexicanos, y muchas de las traducciones que le llegan vienen de ese país.Con Venezuela hubo épocas de acercamiento y épocas de alejamiento. La relación se ha profundizado a raíz del gran recibimiento de inmigración venezolana. A su vez, a pesar de sus diferencias, ambos países encuentran algunos puntos en común en cuestiones político-económicas, como la influencia del dólar y la política en sus economías y sociedad. Ambos comparten personalidades similares; los dos son vanidosos y egocéntricos con una vena de diva, lo que no siempre hace que su relación sea llevadera.La relación con Inglaterra es complicada en la actualidad. Arthur ha estado presente en muchos momentos de la historia argentina, para bien y para mal, empezando allá en 1806 con las invasiones inglesas que fueron el catalizador de movimientos independentistas. Su último gran conflicto es la disputa de la soberanía de las Islas Malvinas, que los llevó a la guerra en 1982. Por todo esto, comparten una relación tensa, y en la era moderna la frase “el que no salta es un inglés” se ha vuelto un cántico popular en el folklore futbolístico.Con Malvinas, la cosa puede reducirse a algo simple: Martín quiere que vuelva. Sea porque la considera muy importante o simplemente orgullo, la quiere a su lado, y tanto él como sus jefes insisten hasta el cansancio a pesar de las constantes negativas que reciben. Argentina también reclama el derecho sobre dos pequeñas islas deshabitadas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, las cuales están bajo el cuidado de las Islas Malvinas.Con España la cosa fue una historia algo más complicada; ser colonizado por Antonio le ha generado a Martín un quilombo de proporciones épicas en la cabeza. Durante sus años como colonia española, Martín consideró a Antonio una especie de figura paterna contra la que terminó por cosechar los rencores que desencadenaron su independencia. Esto llevó a un distanciamiento por algunas décadas - sin embargo, con el tiempo han vuelto a acercarse y hoy en día comparten una de las que podría decirse es de las mejores relaciones que España mantiene con una de sus ex colonias americanas.Con los hermanos Italia la cosa es fraternal. Gran parte de los inmigrantes que poblaron Argentina eran italianos, y la influencia fue tal que la gran mayoría de los argentinos tienen algún ancestro italiano (de ahí que se dice que “el argentino es un italiano que habla español”). Se incorporaron palabras del idioma dando origen al lunfardo y cocoliche, y también algunas costumbres como los ñoquis del 29 y su característica forma de hablar a los gritos gesticulando con las manos, entre otras cosas. Los modos y el dialecto rioplatense al oído de otros hablantes es muy similar al italiano. Gracias a Feliciano y Lovino, Martín le tomó gusto a la comida italiana; en Argentina no es necesario aclarar que un restaurante es “italiano”, ya que los platos de pastas y las pizzas son comunes en el restaurante argentino promedio.Francia fue una especie de tutor para Argentina. Martín se enamoró de sus valores cuando todavía era una joven nación y quiso imitarlo. Buenos Aires se llamó “La París de Latinoamérica” por su arquitectura, las mujeres que incorporaron la moda y los varones que consumían los libros y la ideología como pan caliente. Con Francis comparten amor por el buen vino, y una vena romántica y nostálgica.